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G L A D I A T O R

Un film de Ridley Scott

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Quiero comenzar este articulo sobre GLADIATOR, explicando la sensación que me causó cuando la ví por vez primera. En mi retina siempre danzaran BEN-HUR, CLEOPATRA, SPARTACO, QUO VADIS Y LA HISTORIA MAS GRANDE JAMÁS CONTADA, como referentes a ese cine mal llamado "de romanos". Apenas conocía la existencia de Ridley Scot y mucho menos la de los extraordinarios actores Russell Crowe y Joaquín Phoenix, como principales de GLADIATOR....Ahora debo adjudicarles el lugar en mi mencionada retina para que dancen en mi mente de cinéfilo. Como explicaré a continuación.. Es una obra única, diferente, romántica, violenta, y tierna como la sonrisa de un niño. Estos fueron mis sentimientos y quería que todos los que me siguen lo supieran.

 

 

 

Una película tan ambiciosa y enorme en todos los sentidos cinematográficos posibles como Gladiador, requiere de una serie de características las cuales sumadas forman una obra maestra contemporánea como pocas con una sinergia envidiable entre todos sus factores. Un director experimentado como Ridley Scott que consigue reunir todos los elementos necesarios para conseguir tal objetivo, con planos emotivos y de gran belleza, dominando magistralmente las luces naturales y usando con gran sabiduría el slow-motion en los momentos oportunos sin caer en la reiteración y abuso del mismo. Destacar la actuación de Joaquín Phoenix, el cual busca con ansia el amor de todos los que le rodean, incluido el amor de la propia Roma el cual jamás llega a conseguir en contraste con el personaje interpretado por un brillante Russell Crowe a quien la fama y gloria le llega sin buscarla. Será este contraste de búsqueda del reconocimiento por parte de Cómodo frente a la gloria involuntaria de Máximo la que orqueste todos los pasajes emocionales del primero y nos ayude a desentramar su forma de ser, infantil y mezquina a la par.


La música le da a todo un carácter mucho más heroico y las imágenes de Roma son increíbles en sus reconstrucciones, dando un resultado tan épico como inolvidable y que debería formar parte de toda filmoteca de titánicas producciones. A Gladiator le cabe el honor de haber hecho resurgir un género del que se había firmado su acta de defunción a mediados de los años 60, tras el uso indiscriminado de sus códigos, por parte de casi todas las cinematografías del mundo, en especial, la italiana. Ridley Scott renace aquí después de su fracasado "1492, La Conquista del Paraíso", para encontrar con Gladiator el punto de equilibrio justo, entre una espectacular recreación histórica de la Roma Imperial, un film de aventuras épicas trufado de gestas heroicas y batallas descritas con verosimilitud y crudeza y una historia intimista de amor, ambición, intriga política y venganza, donde brillan con luz propia la apostura de Russell Crowe, el histrionismo de Joaquín Phoenix y la exquisita contención y dulzura de una bellísima actriz: Connie Nielsen.... arropados por las impagables presencias de Oliver Reed, Richard Harris y Derek Jacobi, al son de una memorable e inolvidable partitura de Hans Zimmer. Tras décadas de ominosa ausencia, Gladiator se permite mirar de frente y sin vergüenza a las obras cumbres del género: Espartaco, Cleopatra y el Ben-Hur de Wyler, y anuncia a su vez, una vuelta de la industria hacia ese género, abandonado durante décadas. El tremendo éxito de Gladiator ha propiciado la realización de superproducciones tan destacables como: Troya de Wolfgang Petersen o Alejandro Magno de Oliver Stone.

 



Por todo ello... !!Gracias Mr. Scott !!

 

 

En el año 2000 se estrenaba esta película, resucitando en mal nombrado "cine de romanos" que tan en alza estuvo con títulos como Ben Hur o Quo vadis. La dirigía un Ridley Scott en horas bajas, Scott necesitaba de un gran éxito para volver a la élite y la protagonizaron dos actores que venían dando buenos resultados en papeles menores, Russell Crowe y Joaquín Phoenix. También intervenían dos ilustres veteranos: Richard Harris y Oliver Reed, asumiendo colaboraciones, este film era GLADIATOR o GLADIADOR y su inmenso éxito comercial supondría a la larga mucho más que la previamente comentada resurrección de este género, supondría que los grandes estudios de Hollywood desempolvaban los libros de Historia en busca de relatos clásicos que adaptar. Buena prueba de ello son las recientes Troya, El rey Arturo, el estupendo Alejandro Magno de Oliver Stone, que bebieron directamente de las magistrales escenas de lucha del film de Ridley Scott, cuentan con presupuestos multimillonarios y contratan grandes estrellas: Brad Pitt, Orlando Bloom, Clive Owen, Keira Knightley y Ioan Gruffudd para los papeles principales. De hecho, la sombra de Gladiator se nota hasta en la banda sonora de muchas películas recientes ya citadas, como el caso de Alejandro Magno, que posee una música compuesta por Vangelis...mas no se puede pedir. GLADIATOR es puro deleite, excelente, impresionante y consigue emocionar hasta el último minuto. Russell Crowe está sobrio...genial. Consigue que nos emocionemos con su personaje, hasta hacernos parte de él. Joaquín Phenix muestra una solvencia inusual en los actores de esta generación. El mundo clásico ha vuelto en los últimos años Hollywood. Tanto los que amamos la Historia como los que no, disfrutémoslo. Ahora somos libres para emocionarnos cientos de veces con esta obra maestra.

 

 

Lo mejor, los actores, Crowe y Phoenix;  la música del maestro Hans Zimmer y Lisa Gerrard, con esa maravilla de canción "Now we are free" a la cabeza y por encima de todo, el poder que tiene la película para seguir conmoviendo y sorprendiendo aun después de sus muchos visionados. GLADIATOR es ya, para mí una de las cinco películas con mejor final. Maximus, un hombre que a través de su vida lucha por su libertad. La libertad de su alma, de su espíritu. Con sangre en la arena; con el dolor en el corazón, por los seres perdidos… pisoteara bestias, y chacales. Y regresará de lejanas tierras… porque algún día sus seres queridos se reunirán con el, en el lugar mas hermoso, jamás imaginado. Aquí realmente se prueba la voluntad del héroe Maximus. Los grandes hombres se crecen al castigo que puede ser rápido o durar mucho tiempo. Las películas que exaltan este gran sentimiento como GLADIATOR siempre serán entrañables. Incluso, a veces son éxitos de taquilla. Y se llevan algún Oscar. Gran película, desde el punto de vista de la fe que demuestra ese gran general romano, que al final… será recompensado al mil por ciento, porque con la muerte no se acaba el amor entre los seres que se aman...Veo el portal que traspasa esta vida. A través de él, la vista es nítida, hermosa. Un campo de trigo que se mueve placidamente bajo el conjuro del viento. Dos siluetas a lo lejos… al otro extremo del sendero… cada vez mas claras… se acercan… son dos figuras familiares. Bellos, lozanos otra vez… estamos los tres reunidos en la eternidad, felices... y en paz.


Todo el mundo recordará como los espectadores acudían en masa al cine allá por los años 50 a contemplar clásicos históricos como 'Ben-Hur', 'La túnica sagrada', 'Quo Vadis', Los Diez Mandamientos!, 'Tierra de faraones', 'Espartaco', etc. El éxito que cosechaban era enorme hasta que la moda finalizó, aunque ello no impidió que aún hoy dichas películas resultan inmortales a pesar del transcurso de los años. Ridley Scott resucitó un género del que ya nadie se acordaba con su película, realizando después películas igual de notables como 'El reino de los cielos' o 'Troya'. 'Gladiator' es una velada del mejor cine histórico clásico que triunfaba allá por los 50, con historias de valerosos héroes vencedores de batallas y crueles y ambiciosos emperadores. Viniendo de Scott no es de extrañar el ampliamiento que sufre la espectacularidad, con grandes escenas de acción de batallas espectaculares e impresionantes a nivel técnico. Tampoco sorprende el gran uso de la violencia como elemento efectista, cambiando por completo el estilo utilizado anteriormente y regalando un espectáculo tan crudamente sangriento y violento como efectista en sus métodos para lograr impresionar al espectador. En lo referente a las interpretaciones, un oscarizado Russell Crowe efectúa un gran despliegue físico y de preparación para un personaje condenado a ser inmortal. Joaquín Phoenix destaca como cruel e implacable villano, estupendo Cómodo como antagonista, de los mejores villanos del cine y Connie Nielsen acompaña perfectamente a los protagonistas como áurea femenina. En resumen, una extraordinaria película que recupera el estilo de las antiguas películas históricas que ya triunfaron. Gladiator se alza como pieza de culto, y como debe hacerse el cine-espectáculo ahora en nuestro siglo XXI, que demuestra el talento de un inspirado Ridley Scott y que brinda un gran espectáculo digno de ver, oír, recordar y disfrutar. Se ha convertido en una de mis películas favoritas después de un gran escrutinio mental. A lo largo de muchos años de ver el mejor cine de todas las épocas se lo ha ganado. Esta película supone para mi el cenit del séptimo arte. Es la recuperación de un género un tanto olvidado y que Ridley nos lo brinda de manera sobrenatural. Las brutales escenas de la batalla entre las legiones de Roma y las hordas germanas llenan la pantalla, silban las flechas incendiarias, ruge el fuego romano que las catapultas lanzan constantemente, se oyen los huesos crujir y la carne rasgarse, la sangre comienza a teñir el helado suelo, las caras tiznadas por el veneno del miedo y la droga de la gloria relampaguean en pantalla, la cámara se mueve entre mandobles de hacha y finas de espadas, los altavoces de la sala escupen los gritos de los combatientes y el fragor de la batalla...Es un film que recomiendo a todo el mundo.

 

Ridley Scott es uno de esos irregulares directores a los que todo se les perdona porque se han ganado el cielo dirigiendo obras maestras, lo hizo con 'Blade Runner' y, en menor medida, con 'Alien, el octavo pasajero'. Aquí vuelve a subir a los altares y se baña dos horas y media absolutamente geniales. Bebiendo del tono de color de las mejores películas épicas, Scott construye un imperio asombroso sin dejar detalle alguno. Lo llena de personajes bien diseñados con unas funciones claras dentro de la trama. El director mueve la película de manera que nos parece estar viéndola casi a tiempo real, y magnifica las escenas más emotivas con absoluta maestría. Russell Crowe ganó el Oscar arrebatándoselo a Tom Hanks por 'Náufrago'. Fantástico el señor Hanks en aquella, pero el personaje de Máximo Décimo Meridio es sin duda alguna muy superior. Construido desde un guión sólido, Crowe lo evoluciona hasta el límite. Se convierte realmente en uno de los personajes más carismáticos del cine épico, y teniendo en cuenta la gran competencia que hay, eso es algo meritorio. La ya legendaria frase de:

- "Me llamo Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del norte..."-

Y ya es parte de la historia del cine y en el otro lado tenemos a Joaquín Phoenix. Un "César" despiadado y con mente de dictador del que llegamos a creer que es capaz de hacer cualquier cosa. La conversación con el joven Spencer Treat, con esas miradas asesinas a Connie Nielsen, hablando entre dientes, es realmente inquietante. Los otros papeles, fantásticos desde el primero hasta el último. Tal vez el más carismático sea Djimon Hounsou, pero son Derek Jacobi y Oliver Reed quienes sobresalen por encima del resto. Resumiendo: La película se basa en un guión original de caída y renacimiento, y a partir de ahí envuelve la historia con elementos que, pese a parecer innecesarios, son totalmente imprescindibles. Ridley Scott maneja lo que tiene en sus manos como mejor maestro, y las actuaciones dan un punto extra a una fantástica película de dos horas y media que se ve perfectamente de un tirón... !!! Asombrosa !!!...

 

 

Porqué se merecía el Oscar Russell Crowe...?, porque aquí esta esplendido, ha hecho películas maravillosas, papeles realmente difíciles y no todos los actores son capaces de interpretar como lo ha hecho él, a veces la gente habla de ellos sin conocer su filmografía entera, y en GLADIATOR está perfecto, hace lo que tiene que hacer en el momento que lo tiene que hacer... Russell Crowe es magnífico y Joaquín Phoenix está brillante, también se lo merecía. Un film lleno de maravillosos detalles, que pueden pasar desapercibidos la primera vez que la veas. El vestuario es espectacular, la recreación del Coliseo, su banda sonora.... es donde realmente se puede apreciar la gran magnitud de GLADIATOR. En fin, una película maravillosa gracias a la gran dirección de Ridley Scott. Si no la has visto todavía, no lo dudes, te gustará.

 

 

Por desgracia, la muerte de Oliver Reed antes de finalizar el rodaje, supuso una odisea ya que le faltaban varias escenas por rodar... gracias a la tecnología podemos verle finalizar su trabajo, está perfecto en su papel de Próximo, una lástima...."Gladiator" es, ante todo, un espectáculo grandioso, duro y cruel. El tema del film no tiene desperdicio, en tiempos del emperador Marco Aurelio, uno de los mejores generales de los ejércitos romanos, Máximo Décimo Meridio, será el blanco del odio y los celos de Cómodo, el hijo de Marco Aurelio. En plena campaña para conquistar las tierras germánicas, el imperio dará un vuelco a causa de la repentina muerte de Marco Aurelio, y también la vida de Máximo dará un giro completo y comenzará su calvario. Perseguido por Cómodo, verá cómo todo su mundo se destruirá y acabará vendido como esclavo a un hombre que posee y entrena gladiadores. Muy pronto, Máximo, consumido por la sed de venganza, demostrará su extraordinaria destreza en la lucha, teniendo como único objetivo acabar con el nuevo emperador, Cómodo. Con un peculiar tratamiento de las imágenes, una espectacular fotografía, y unos efectos especiales muy buenos, nos ofrece todo un espectáculo de batallas y estrategias de lucha; la locura de Cómodo; la tensión y el temor disimulado y constante de Lucila, hermana de Cómodo, que en secreto planea derrocarle; la implacable y sorda rabia de Máximo, quien ya no teme a nada, y mucho menos a la muerte. Contemplar el sufrimiento del luchador, su evolución hasta convertirse en un autómata, una máquina de matar, resulta muy creíble; Russell Crowe está a la altura de su papel. Si a esto le añadimos las imágenes que recrean la Roma antigua con tanta fidelidad...a mi me impresionaron; el Coliseo, en especial, que era el centro y la máxima aspiración de todo gladiador que se preciara, es impresionante de contemplar.
Un drama cargado de acción y tensión, con imágenes bellas y crudas, que durante todo el metraje me proporcionó un gran entretenimiento y me dejó la sensación de que al menos había visto una grandisima película, llena de fuerza, tanto en el desarrollo como en las interpretaciones. Gladiator es un disfrute a todos los niveles. Una de las películas más perfectas del cine de entretenimiento. Algunos le achacaron ser algo exagerada, que se aleja de la realidad. Es cierto, pero tampoco pretende lo contrario. La premisa principal siempre fue “el general que se convirtió en esclavo, el esclavo que se convirtió en gladiador, el gladiador que desafió a un imperio”. Acéptalo, es pura evasión. A partir de aquí siéntate y disfruta. El espectáculo es colosal. Se ha ganado un sitio entre lo mejor del cine comercial por la cantidad de virtudes que atesora, como el argumento y hay que asumirla como un componente rocambolesco de la historia, pero a partir de aquí la intriga es fantástica. Te engancha desde el principio y ya no te suelta. La conexión con el protagonista es total. El ritmo no decae. Los diálogos son excelentes. No hay escenas de relleno a pesar de la duración. Todo lo que se cuenta resulta interesante. Cómodo en la realidad también fue un mal emperador, y en la película su maldad es la razón de ser de la historia, y no me parece un recurso artificial. El componente audiovisual es inmejorable. Probablemente lo mejor de la película. Ni los más críticos detractores discuten este aspecto. Sin duda es el punto fuerte de Ridley Scott, la virtud que lo sitúa entre los mejores directores. Las escenas de acción son excelentes, tanto en la batalla inicial como en la lucha de gladiadores. Pero que decir de cada uno de los planos a los que acompaña una de las mejores BSO de la historia del cine. Las elección de actores no pudo ser más acertada, especialmente Crowe, Phoenix y Nielsen. Hasta en eso hubo suerte. En mi opinión, son demasiadas las veces que ensalzamos exageradamente la calidad de una actuación cuando el mérito estaba en que el personaje era interesante. Máximo y especialmente Cómodo, son personajes con los que poder lucirse muchos actores, pero a estas alturas ya no me los puedo imaginar interpretados por otros. En mi opinión, dos actuaciones para recordar. Todas las películas que me han quedado en la memoria para siempre tienen un componente intangible que las hacen especiales y únicas. En Gladiador esta virtud se hace patente en su épico final, por la emoción y por la fuerza de cada uno de sus planos. Si te llega a conmover, podrás verla una y otra vez disfrutando siempre de esa misma sensación... La que deja el mejor cine.
 

 

La cinta comienza con una espectacular batalla contra las ordas germanas, tras la cual el emperador Marco Aurelio comunica a Máximo su intención de convertirle en su sucesor tras su muerte. Pero cuando el hijo del emperador, interpretado por Joaquín Phoenix, descubre esto intenta acabar con la vida de Máximo, quien consigue escapar. Así entramos en la segunda parte de la película, donde el nombre de Máximo pasa de ser coreado por sus tropas a ser coreado por los gladiadores. Máximo abandona sus pieles de general y se enfunda la armadura de gladiador, y Roma, me rinde ante él. Ambos director y actor ofrecen un espectáculo digno de las mejores épicas, conquistando a público...."¿Quieren espectáculo? Les daré algo que no han visto nunca". Combinando calidad y espectacularidad, nos trasladan al Coliseo romano, una auténtica maravilla del mundo fielmente reconstruida para la película. Es en la arena donde Máximo y los suyos tendrán que combatir para sobrevivir. Los realistas y perfectamente coreografiados combates de gladiadores dan al filme un espíritu único. Extraordinaria película, desde un argumento que fusiona historia con ficción, Gladiador nos remonta al último período del imperio romano antes de su extinción y estructura su trama haciendo uso de las intrincadas relaciones sociales del momento antes que descargar su poderío económico. La historia está planteada: el heredero del trono fue saboteado por los suyos, encarcelado y esclavizado; su familia fue asesinada brutalmente y los que quedan en ella parecen ser víboras que protegen un nido ajeno. Alguien me dijo una vez que el hombre entra en decadencia cuando se ve a si mismo como un instrumento y no como un fin: los gladiadores del coliseo romano parecen ser testimonio directo de esta gran verdad. A ritmo narrativo correcto, Gladiador encuentra su punto más alto en el tono y la velocidad del montaje. La épica mal hecha sabe a pomposa, mientras que la buena épica emana solemnidad y Scott eligió bien sus armas para dotar a esta obra de atributos sobredimensionados que no caen en el ridículo. Solo se percibe una cierta dilatación en los diálogos arrastrados por un Phoenix que construye un personaje tan desagradable como estudiado, bañándolo de frialdad.

 

Las luchas constan de movimientos rápidos, nada de ralentizar la cámara, con lo cual gana mucho en acción y realismo. La imagen y la fotografía tienen una gran perspectiva que se nos muestra el Coliseo de Roma en todo su esplendor. Sobre la banda sonora es algo que no se puede expresar con palabras, simplemente vean la película y escuchen, tanto en escenas de acción como en otras más tristes, sin duda un sonido que hace meterte dentro de la carne del general "Máximo". La conclusión de todo esto, sin más preámbulos, es que esta película no puede pasar sin ser vista. Quién no haya visto Gladiator, aun no ha saboreado el buen cine. Lógicamente contra gustos no hay nada escrito, y el cine es y ha sido siempre cuestión de gustos, es un arte de lo más subjetivo. Lejos de dejarse llevar por la perfección técnica, son los sentimientos que nos despierta la obra de manera personal y particular lo que hace que idolatremos una película u otra, y eso se basa más en nuestras situaciones personales que pueden despertar ciertos sentimientos concretos y en nada más. A mí personalmente esta película me golpeó bien fuerte. Y no es porque sea una maravilla en el aspecto técnico, no es solamente porque su perfecta ambientación transporte como ninguna y se note continuamente la arena, el sudor y la sangre, ni por sus espectaculares y realistas batallas con ese despliegue de tropas romanas, como por ejemplo la del comienzo. Sin duda la mejor batalla de romanos que he visto en la historia del cine, ni por los vibrantes y emocionantes duelos de Máximo en la arena del circo contra gladiadores, carromatos o tigres encadenados... tan perfectos que te hacen luchar con él. Aunque opino que a pesar de que la historia fuera una mierda, que no lo es, solo merecería verse por su ambientación, su iluminación y su recreación.
 

El personaje de Máximo es el honor personificado, la nobleza y la valentía. No es un personaje bondadoso, no es perfecto, es vengador, un personaje con sus luces y sus sombras, un personaje poderoso y atrayente. Transmite desde el principio todas sus emociones que se viven con él, desde el amor por su familia, pasando por su sufrimiento y tristeza por lo que le han hecho, su dolor contenido o incontenido, su rabia, sus adrenalíticas y energéticas emociones en cada duelo en la arena o en la batalla contra los bárbaros. Su personaje se hace completamente maravilloso, querido y admirable en todo momento. Y eso es porque además transmite una serie de ideales, transmite su lucha por cosas que para él están por encima de la vida, ideales que no entienden de fuerzas de flaqueza. Primero por su creencia en la idea de un imperio de orden y civilización tras haber visto la barbarie, y cuando esa idea del imperio se desvanece ante sus ojos, por su lucha para sobrevivir y vengar a su familia. Todas sus luchas siempre se hacen a través de su honor y su valentía a pesar de no tener redención alguna. Los principios de su personaje son de una convicción muy bien recreada. Film intimista, profundo, espectacular y emotivo. Cala todo de manera impactante, todas sus escenas son valiosas ya sean por un motivo u otro, dejando buenas sensaciones porque transmite la fuerza en la lucha y el espíritu de ella.

Maravilloso dialogo, que se convierte en parte mas fundamental de la película.

 

 
Marco Aurelio:- "Háblame de tu hogar."-


Máximo: - "Esta en una colina, cerca de Emérita Augusta. Es muy sencilla, de piedra rojiza que se calienta con el sol. Hay un huerto con aroma a hierba durante el día y a jazmín por la tarde. Tras la cerca hay un álamo enorme. Manzanos, higueras, perales, la tierra Marco, es negra como el cabello de mi mujer.
Hay vides en la ladera sur y olivos en la norte. Hay ponis salvajes. Mi hijo cuando los ve jugar, quiere ser como ellos."-


Marco Aurelio: - "¿Cuanto llevas lejos de tu hogar?."-


Máximo: - "Dos años, 264 días y esta mañana."-


Marco Aurelio: - "Te envidio Máximo, es un buen hogar. Hay que pelear por él."-



 

 
Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del Norte, general de las legiones, fiel servidor del emperador Marco Aurelio, es un hombre en ese momento, con su futuro, su hogar, sus cosechas, su sueño, su vida esta ahí, esperándole… Pero el destino quiso que fuese un hombre completamente diferente y así continuara hasta el final, alcanzando la venganza, en esta vida o en la otra. Pocos momentos en mi larga vida de critico de cine consiguieron hervir y helarme la sangre al mismo tiempo, como el dialogo anteriormente descrito.

Roma está perfectamente recreada, sus calles, sus zonas cercana a los templos, a las zonas nobles, donde se reunían los senadores, con sus lujos y sus vidas diferentes a la del pueblo romano. Notaremos como era la vida en Roma, donde todos buscan ser vanagloriados por la sociedad, ya sea militar, artista o político. Por eso las peleas entre gladiadores, una forma cruel y salvaje de ganarse el aplauso de la plebe. Allí llegaban los esclavos, el que sabía luchar duraba más que el que no. La historia es impresionante, Maximus, general del ejército romano va a ser nombrado para llevar el poder de la gran potencia, pero el emperador es asesinado por su hijo, y Maximus es condenado a muerte, de donde escapa y es capturado como esclavo. Una vez conocedor de la muerte de su mujer y su hijo, su única meta es vengarse del hombre que lo ordenó, el nuevo emperador Cómodo. Los datos que se dan de los gladiadores son exactos, en cuanto a los diferentes tipos de gladiadores, su vestimenta y su forma de pelear. Si alguno quiere leer algún libro al respecto de esto, les recomiendo LA LEGIÓN OLVIDADA de Ben Kane. Solo eché en falta que hablasen de los famosos burdeles existentes en Roma. El Coliseum es espectacular, aunque fuera recreado por ordenador.

Siempre se ha dicho que lo genial radica en hacer que las cosas difíciles parezcan sencillas. En este glorioso film se mezclan con fuerza arrolladora creatividad y entretenimiento, al servicio del espectador. Ver esta película en pantalla grande supone uno de los mayores espectáculos que jamás se hayan contemplado. Si además la ves en versión original te darás cuenta de las poderosas interpretaciones de todo el magnífico reparto, magistral a sí mismo la interpretación del inolvidable Richard Harris como Marco Aurelio, y particularmente enigmática y APABULLANTE la interpretación del adiestrador de gladiadores, personaje interpretado por Oliver Reed… y unas poderosas manos rozan el vértice del bancal de espigas, al ritmo del embriagador tema de la banda sonora. El sentido del espectáculo como vehículo de entretenimiento se conjuga perfectamente en esta maravillosa obra, para deleite y goce sensorial del común de los mortales.

EXPERIENCIA ÚNICA Y GRANDIOSA.


Gladiator fue estrenada en una oportuna época, en las que este tipo de películas no eran muy usuales, tras el éxito de ésta, la cosa cambió y volvimos a ver mas Films, aunque ninguna alcanza la cinta de Scott. Lo bueno del film, es que está a un gran nivel en todos sus aspectos, localizaciones, vestuario y efectos visuales perfectos que recrean con todo lujo de detalles. Esta película es, quizás, el paradigma, el ejemplo más claro, de lo que es una vuelta al pasado, cuanto menos en lo que se refiere al tema y en ciertos detalles. Y es que el tema nos devuelve a La caída del imperio Romano de Anthony Mann al relatar la misma historia, y ciertas escenas de gladiadores al Espartaco de Stanley Kubrick. En general, parece que vuelve a las décadas de los cincuenta o de los sesenta en donde el cine histórico antiguo estaba en auge. Sin embargo, esta vuelta solo lo es en parte, y trae consigo una gran innovación en el género que va muy acorde con los nuevos tiempos. Se cambia ese carácter narrativo por un interés en los efectos, por la espectacularidad de la imagen, por intentar crear emoción en el espectador.
 

Una obra maestra, no sólo del género, sino del cine moderno. Habrá gente para la que esto último no signifique nada pero para mi, nacido en el 86, el cine moderno es el cine de verdad. Tal vez no a nivel de reflexión e intelectualidad, pero sin duda alguna a nivel de entretenimiento, que hoy día es el principal objetivo del séptimo arte. Y en esta época bombardeada de super-producciones, a razón de 4 o 5 por año, se pueden rescatar escasas películas que lleguen a tantas dosis de entretenimiento como Gladiator. Y con entretenimiento no me refiero a simple diversión, que sin duda ofrece esta película por medio de batallas que hacen las delicias de los necesitados de sangre, sino emoción, suspense, y muchas otras características que la convierten en una maravilla. Pienso que no hay que compararla con películas más antiguas (Espartaco, Ben Hur...), porque prácticamente pertenecen a disciplinas distintas. El cine de antes y el de ahora son diferentes y, por tanto, se deben valorar por separado las obras pertenecientes a uno y a otro, pues si se critica todo lo que se parezca a lo ya hecho, prácticamente no queda nada por hacer. No plagio, sí inspiración. Dejando a parte los posibles parecidos con las películas mencionadas, Gladiator se puede considerar una auténtica obra de arte. Gladiator es una película aclamada porque supuso una auténtica bocanada de aire fresco en su momento, además de ejercer como catalizador del por aquel entonces, aparentemente lejano género histórico. Ridley Scott se arma simplemente de la historia épica de un hombre respetado que desciende inmerecidamente a los infiernos, mientras otro, un hombre que hoy podría ser un sibilino empresario dispuesto a lo que sea para lograr su fin, asciende a lo más alto, a los laureles. Gladiator es grande porque pese a la época en la que se desenvuelve, la película penetra. Es creíble, se hace creíble, y transmite credibilidad. Tú, el espectador, te conviertes en Máximo Décimo Meridio. Tú eres Russell Crowe. Y tú no puedes soportar tantas humillaciones. No puedes soportar a un paranoico megalómano en el poder. Y lo sientes todo. Sientes la arena, y sientes que te mereces lograr lo que sea.


Poco voy a poder decir o añadir que no se haya dicho ya sobre esta película. A unas soberbias actuaciones se le unen unos diálogos contundentes que recordarás durante años y una banda sonora profunda para confeccionar una de las más grandes y épicas obras maestras de los últimos años de Hollywood. Ésta es una película que trasciende. La historia es inmensa, un hombre contra todo un Imperio. Pero lo más formidable de la película son los diálogos. Nunca había recordado tantos diálogos de una película. Más que diálogos son declaración de intenciones, algunos, y hechos contrastados, los otros. Muy atentos por que en cada conversación puedes perderte un trocito de historia del cine.
 


Diálogos memorables:

 

Graco a Gallo: "Creo que él sabe lo que es Roma. Roma es la plebe. Hará magia para ellos y se distraerán. Les quitará la libertad, y seguirán rugiendo. El corazón que late en Roma no es el mármol del Senado: es la arena del Coliseo. Él les traerá la muerte y ellos le amarán por ello."

Máximo a sus hombres: "Dentro de tres semanas yo estaré recogiendo mis cosechas. Imaginad donde queréis estar y se hará realidad. Manteneos firmes, no os separéis de mi. Si os veis cabalgando solos por verdes prados, el rostro bañado por el sol, que no os cause temor. Estaréis en el Elíseo y ya habréis muerto. ¡Hermanos! Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad."

Máximo a Cómodo: "Me llamo Máximo Décimo Meridio, Comandante de los ejércitos del norte, General de las legiones Félix, leal servidor del verdadero emperador Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada, y alcanzaré mi venganza en esta vida o en la otra."

 

 


¡Gran Dios! ¡Cuánto daño pueden hacer los padres, cuando su balanza afectiva la inclinan hacia uno de sus hijos, y la indiferencia y el maltrato los cargan contra otro de ellos! ¡Luz para un hijo, sombra para el otro! Siempre hay razones para hacer esto: Este obedece y el otro es un rebelde. Este es bueno y aquel es un desadaptado. Esta es una mujer deseada y aquella nació mujer cuando yo deseaba un hombre. Esta es preciosa y aquella es horrorosa…Lo que no entienden los padres es que cada hijo nace distinto, que cada uno es como lo necesitamos para nuestro proceso, y que así como cada uno se manifiesta, nos está necesitando fervientemente para que le ayudemos a salir adelante. No somos los padres los que podemos decidir qué suerte de hijos tener, ni pueden los hijos elegir a sus padres. El universo nos junta a los unos con los otros según las esperanzas que guarde con cada uno, según sea lo que hayamos avanzado en vidas anteriores, y siempre con la confianza de que, cada quien, haga muy bien su papel para que contribuya a la evolución humana. O acaso no sabemos que, algunos hijos preferidos se vuelven exitosos porque tuvieron apoyo, afecto a borbotones y autoestima en abundancia, pero que son más las ocasiones en que, los hijos preferidos, resultan un fracaso, porque se les suben los humos, se vuelven arrogantes y hacen cualquier cosa para seguir aplastando al otro, sobre todo cuando éste demuestra que va camino de superarlo. Los hijos ignorados, pero de fuerte carácter, usan este rechazo para tomar impulso y demostrar que valen, pero los más débiles e inestables emocionalmente, se llenarán de odio, se tornarán resentidos, y asumirán muy pronto acciones destructivas contra su familia y la sociedad.

 


Para finalizar, queda una obra de culto, una obra maestra de la era moderna, que por momentos nos hace olvidar los grandes clásicos y eso es mas que suficiente, cuando por la mente danzan títulos que el viento nunca se podrá llevar.

 

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